sábado, 25 de julio de 2009

ECLIPSE DE SOL




El eclipse: entre lo sublime y la superstición

ALBERTO BRUNAT

SHANGHAI, 24 de julio (apro).-

La Tierra, el Sol y la Luna se conjuraron la semana pasada en un ballet celestial milimétrico, que dejó a más de 2 mil millones de personas sumidas en la oscuridad en pleno día. Buena parte de la población de India y China, los dos países más poblados del globo, presenciaron cómo el satélite terráqueo se interponía entre la estrella y nuestro planeta, en un eclipse total de Sol que se convirtió en el más visto de la Historia.

El fenómeno comenzó a las 6:24 horas locales del miércoles 22 (4:24 de la tarde del día previo en México) en el estado indio occidental de Gujarat y culminó en Shanghai, la costa este china, donde el "apagón" duró cinco minutos antes de dirigirse hacia el Océano Pacífico.

En total, el área que quedó a la sombra del Sol se extendió por más de 15 mil kilómetros de largo y unos 250 kilómetros de ancho, y siguió buena parte del curso del río chino Yangtzé. "El eclipse solar total es un fenómeno muy extraño que sucede cada 500 años en China.

El último fue en 1814 y el próximo será en 2309", explica a Apro Wang Jun Jie, investigador en el Observatorio Nacional Astronómico de China. "Desde el punto de vista científico, no habrá otro fenómeno como éste.

La mayoría de eclipses solares se producen en zonas oceánicas, muy alejadas y de poca densidad de población. Éste fue el primero en poder ser apreciado por millones de personas", dice.

Supersticiones

Un acontecimiento astronómico de tal calibre no podía pasar desapercibido en dos culturas milenarias como la india y la china, donde los fenómenos naturales y celestes tienen acepciones que superan lo científico.

La Revolución Cultural (1966-1976), la llegada frenética de la modernidad y el repudio del Partido Comunista por la cultura popular no han logrado erradicar la superstición china a la hora de interpretar el fenómeno.

Un eclipse es, en el gigante asiático, sinónimo de malos augurios, como el advenimiento de un desastre natural o la muerte de un alto dignatario del régimen. "La astronomía china explica desde hace decenas de siglos el fenómeno del eclipse en clave científica, pero los emperadores se obstinaron en darle un significado metafísico", señala a Apro la profesora Xu Fengxien, especialista en historia astronómica china en la Academia de Ciencias del país.

Las autoridades chinas habían pedido esta semana a la comunidad científica que explicara en términos fehacientes por qué el Sol es "engullido" por la Luna, con el objetivo de "eliminar el pánico y la superstición". Y es que en China todo el mundo tiene en la retina el eclipse del pasado 1 de agosto de 2008, que sirvió de colofón a un año nefasto marcado por las nevadas de febrero, la revuelta del Tíbet en marzo, el terremoto de Sichuán de mayo y, superada la cita olímpica, anunció, según los creyentes, la llegada de la crisis financiera mundial.

"En la cultura tradicional china, un eclipse así se interpreta como una llamada del cielo, como una especie de represalia por un acto de los humanos que ha molestado a los dioses", puntualiza Xu.
El emperador, considerado el Hijo del Cielo y vínculo entre lo celeste y lo terrestre, prestaba desde mucho antes de la dinastía Xia (siglos XXII-XVI antes de nuestra era) una gran atención a este tipo de llamado de los dioses, para no disgustarlos, y que le permitiesen seguir gobernando.

Los malos augurios

La importancia que el mandatario concedía a los eclipses era tal que el menor error podía provocarun derramamiento de sangre. El cuarto emperador de la dinastía Xia, Zhong Kan, habría ordenado la decapitación de sus dos astrónomos (algunas fuentes citan tan solo a uno) después de que éstos fueran incapaces de pronosticar un eclipse en el año 1961 antes de nuestra era. El episodio, recogido en el Libro de la Historia (Shang Shu, en mandarín), una de las cinco obras compiladas y comentadas por el maestro Confucio y que sirven de piedra angular de la cultura tradicional china, aporta además un dato de gran importancia: este habría sido el primer eclipse del que se dejó constancia escrita.

"Según las investigaciones científicas modernas hubo varios eclipses alrededor del año 1900 antes de nuestra era. Es probable que uno de ellos fuera el que recoge el Libro de la Historia", explica Xu.

Si en la mitología tradicional china el eclipse se explica como la venganza de un perro demonio por los castigos del cielo, los hinduistas atribuyen el fenómeno a los dioses Rahu y Ketu, que supuestamente devoran la estrella solar. En un país como la India, donde el 80% de sus mil 170 millones de habitantes profesan esta fe basada en la pureza y la multiplicidad de dioses, lo ocurrido esta semana supone un trastorno para los hábitos diarios.

"Algunas ramas del hinduismo creen que el eclipse es nocivo: las mujeres embarazadas corren el riesgo de perder a sus bebés. Algunos consideran los rayos solares durante el eclipse como tóxicos y nocivos", indica Sabyasabhi Chatterjee, profesor del Instituto Indio de Astrofísica, citado el 20 de julio por el diario The Australian.

El pavor a la ocultación del Sol se explica por las referencias de los clásicos hinduistas, que mencionan cómo dragones y serpientes devoran al Sol y la Luna hasta su extinción. Los textos evocan incluso un código de comportamiento a respetar durante el eclipse para escapar a sus malas vibraciones. En él se insta a que los creyentes se bañen mientras el cielo oscurece, oren y den una limosna antes de volver a sumergirse en el agua, visto como un elemento purificador. Está prohibido consumir alimentos cocinados o siquiera cortados antes del eclipse, al ser considerados como impuros.

Insensibles a los augurios populares, cientos de miles de turistas se desplazaron a la India y China para presenciar el que consideran el acontecimiento del siglo. Más de 100 mil extranjeros de todos los rincones del planeta llegaron a Shanghai, uno de los lugares desde donde mejor se podía apreciar el fenómeno astral, según los expertos.

Las agencias de viajes, los hoteles y las aerolíneas recibieron hasta un 20% más de reservas que en 2008, según el diario China Daily del 21 de julio.

En India, la agencia Cox and Kinas fletó un Boeing 737-700 que despegó desde Nueva Delhi y permitió observar el fenómeno desde el cielo por un precio de mil 200 euros por persona, una auténtica fortuna en ese país.

1 comentario:

Mandy dijo...

Esto es muy interesante... y creo que todos los vivimos intesamente de alguna manera..
Saludos.